Dos versiones de las famosas galletas digestive caseras con chocolate o simples. Estas galletas dietéticas las fabricaron unos doctores escoceses para ayudar al proceso digestivo. La receta original llevaba bicarbonato sódico que, por sus propiedades antiácidas, ayuda al estómago a digerir los alimentos. En 35 minutos tienes unas riquísimas galletas digestive con o sin chocolate. ¡Eso ya depende de ti!

Receta galletas digestive caseras
Galletas digestive

INGREDIENTES

  12 galletas digestive caseras

  • 225 g de harina
  • 5 g de levadura
  • 1 cucharadita de azúcar vainillado
  • 1 pizca de sal
  • 100 g mantequilla (temperatura ambiente)
  • 25 g salvado de trigo o avena
  • 25 g de miel
  • 25 g de leche
  • 75 g de azúcar moreno

PREPARACIÓN

  • Mezcla todos los ingredientes menos la leche.
  • Añade la leche y amasa.
  • Estira con el rodillo.
  • Con un molde o vaso recorta las galletas y pínchalas con un tenedor.
  • Precalienta el horno a 175 °C.
  • Introduce las galletas en una bandeja con papel de horno durante 15-20 minutos.
  • Déjalas enfriar sobre una rejilla y ¡a merendar!

Puedes sustituir el salvado de trigo o avena, por simples copos de avena. Aunque si lo prefieres, también puedes picar estos copos y añadirlos en polvo a la mezcla.

El número de galletas varia en función del grosor que hagas, depende de tu gusto, cuando las estires con el rodillo, puedes optar por dejarlas más gruesas o no. Verás que se queda una masa tipo desmigada y, para mí, la opción más rápida es hacer bolitas (en lugar del rodillo), ponerlas sobre la bandeja del horno y aplastarlas un poquito con la mano o con un tenedor (tipo mis galletas de crema de cacahuete).

galletas con crema de cacahuete y avena
Aplástalas un pelín 😀

Tiempo total para comer galletas digestive caseras: 35 minutos

Galletas digestive con chocolate: funde un poco de tu chocolate preferido y, después de haberlas sacado del horno y que se hayan enfriado, sumerge una a una las galletas con el chocolate o simplemente pon una cucharada sobre la galleta y espárcela. Después, mételas en la nevera hasta que el chocolate esté compacto.

Las galletas digestive, de dieta, dieta… pues no son. No nos vamos a engañar, lo que sí que nos sentiremos es mejor .

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